Manuel Belgrano nació el 3 de junio de 1770 en Santo Domingo, uno de los barrios más distinguidos de la ciudad de Buenos Aires.
Durante su juventud estudió en el Real Colegio de San Carlos; allí aprendió Retórica, Filosofía y Teología. En 1786 se graduó como licenciado en Filosofía.
El diploma le serviría para presentar la solicitud de ingreso a la Universidad de Salamanca, en España. Su padre lo envió, junto a uno de sus hermanos para que adquiriera conocimientos comerciales. En aquella época la Real Universidad de Salamanca era una de las más prestigiosas en España y Europa. Belgrano se inscribió en la Facultad de Leyes de Salamanca. Y fue precisamente en la economía política donde encontró su verdadera vocación. En 1789 se graduó como bachiller en leyes y, algún tiempo después, como abogado.
Belgrano regresó a Buenos Aires como un alto funcionario virreinal: fue nombrado Secretario Perpetuo del Real Consulado de Comercio. Este Consulado representaba los intereses de los comerciantes más poderosos y el secretario debía proponer medidas de fomento a la agricultura y de protección del comercio. Belgrano propuso varias medidas tales como la diversificar la producción, promover el cultivo de lino, regular el precio del trigo y la modernización de la economía pero ninguna de sus iniciativas prosperó. Ocupó este puesto desde principios de 1794 hasta mediados de 1810.
A los 36 años, sin ningún tipo de conocimiento militar y a pedido del Virrey Pedro de Melo de Portugal fue nombrado Capitán de milicias urbanas de Infantería.
En 1806, Belgrano participó de la lucha durante la invasión inglesa pero sin éxito alguno. Con el fin de no jurar fidelidad y obediencia a los ingleses, se fugó de Buenos Aires y se fue a vivir a la Banda Oriental.
En 1807 se produjo la segunda invasión inglesa y Belgrano colaboró en la defensa de la ciudad. Finalmente se produjo la victoria del bando patrio.
Durante la Revolución de Mayo de 1810, formó parte del gobierno como vocal.
Posteriormente, es enviado, junto con su primo, al mando de las expediciones militares para asegurar la Revolución en el interior. Asunción, la capital de la Intendencia del Paraguay, no aceptaba la Junta. Entonces, se decidió enviar a Belgrano, con el rango de Comandante del Ejército, para apoyar el partido revolucionario paraguayo y derrocar al gobernador Bernardo de Velasco y Huidobro. En Paraguay por la escasez de hombres y de preparación militar, Belgrano fue derrotado en el terreno militar. Entonces, se propuso hacer triunfar la Revolución por la vía diplomática. Durante semanas conversó con los altos oficiales paraguayos mostrándoles los beneficios que le acarrearía la autonomía. Finalmente, en Asunción se formó la Junta Gubernativa, la cual firmó un tratado con la Junta de Buenos Aires en la que esta último reconocía la autonomía de la provincia del Paraguay.
En 1811, el Triunvirato nombró a Belgrano coronel del Regimiento N° 1 de Patricios. Las fronteras estaban a merced del enemigo. La marina española dominaba las costas del Río de la Plata. Era necesario asegurar el dominio sobre el Paraná, para lo cual se habían construido baterías en el pueblo de Rosario. Allí fue enviado Belgrano al frente de su Regimiento de Patricios. Juzgó conveniente crear un distintivo que identificara a las tropas patrias para diferenciarse de los enemigos. El 27 de febrero, Belgrano inauguró las baterías e izó por primera vez la bandera nacional, confeccionada de acuerdo con los colores de la escarapela.
Aquel mismo 20 de junio fue nombrado jefe del Ejército del Perú. En esos días el ejército realista vencía y avanzaba hacia el sur: Belgrano dictó la retirada del Ejército del norte iniciándose el éxodo jujeño. A orillas del río Las Piedras se produjo un combate favorable a los patriotas. El 24 de septiembre libró y ganó la batalla de Tucumán y, en 1813, Salta.
Las derrotas en Vilcapugio y Ayohuma hicieron que Belgrano fuera reemplazado en el Ejército del Norte por el coronel José de San Martín.
Entre los años 1814 y 1815 fue enviado a Europa con el fin de negociar el reconocimiento de la independencia, sin obtener éxito alguno. En 1816 participó activamente del Congreso de Tucumán, que declararía la Independencia el 9 de julio de 1816.
Belgrano volvió a estar al frente del Ejército del Perú hasta que distintas enfermedades(paludismo,hidropesía) le impidieron seguir adelante con los servicios militares.
El 20 de junio de 1820 Belgrano muere en la pobreza, en la casa de su padre en Santo Domingo, Buenos Aires.
Fuentes consultadas
Grandes biografías de los 200 años: Manuel Belgrano, Ed. Argentino,2010, Bs. As.
